NUEVAS REALIDADES I



El Obispado cierra la parroquia del barrio San Francisco por falta de curas

La asociación de vecinos de esta zona de Santander mostrará su «gran indignación» en un acto que ha convocado para hoy 

02.02.11 - 00:13 - 
La escasez de sacerdotes ha obligado al Obispado de Santander a cerrar la parroquia de San Andrés, situada en un local en los bajos de un edificio. Esta decisión ha indignado a los vecinos del barrio San Francisco de Santander, quienes ahora tendrán que asistir a misa en las iglesias de San Juan Bautista y Santa María. La asociación de vecinos ha convocado para hoy un acto en el que hará público su malestar.
Fuentes del Obispado explicaron ayer a este periódico que la suspensión de los oficios en San Andrés se debe a «la falta de vocaciones». «Es una decisión que no le gusta a nadie, pero estamos obligados por la situación. Es como la crisis, que nadie la quiere pero no hay más remedio. Cada vez hay menos sacerdotes y tenemos que reajustar la diócesis», señalaron.
Según consta en el Boletín Oficial del Obispado del pasado 28 de noviembre, la decisión de cerrar la iglesia la tomó el obispo de Santander, Vicente Jiménez, tras consultar al Consejo Presbiteral y al Arcipreste. «No ha sido un decretazo», explicaron desde la institución , donde creen que los vecinos «no quedarán desatendidos al tener otras iglesias muy cerca».
La parroquia de San Andrés se instauró en 1969, y hasta ahora el párroco era Isidro Pérez, canciller del Obispado, secretario del Consejo Episcopal y profesor, actividades a las que ahora se dedicará por completo. En la Diócesis aseguran que éste es el único cierre programado en Santander, y que esta iglesia fue elegida por la cercanía de otras para dar servicio a los vecinos.
Ernesto Bustio
Esta parroquia estuvo durante 25 años atendida por el sacerdote Ernesto Bustio Crespo, que en diciembre de 2009 recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo de manos del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un acto celebrado en Madrid.
Este cura, actual párroco de su localidad natal, Güemes, compaginó su responsabilidad al frente de la parroquia de San Andrés con el oficio de albañil, y estuvo muy involucrado en el movimiento ciudadano, la promoción social y las asociaciones de vecinos.
Ésta no es la primera vez que la parroquia de San Andrés es el centro de una polémica entre los vecinos y el Obispado. En mayo de 2000, tras la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Santander se destinó un terreno en el Parque de Mendicouague para la construcción de una iglesia por parte de la Diócesis, quien encargó un proyecto para la misma que no suscitó ninguna objeción por parte de los vecinos, aunque quedó pendiente su ubicación exacta.
Tras vallarse la parcela que ocuparía la futura iglesia, los vecinos pidieron la opinión sobre la ubicación elegida a un arquitecto independiente, Luis de la Fuente, quien consideró que la nueva iglesia merecía un sitio que la dignificara más. Los colectivos que promovieron un emplazamiento distinto al previsto en el PGOU lo justificaron entonces en el daño que se ocasionaría al arbolado colindante -un paseo de plátanos y una gran encina centenaria- y la proximidad a los inmuebles del barrio San Francisco.
El Obispado decidió paralizar la obra y hasta junio del año siguiente el Ayuntamiento no decidió mover la ubicación quince metros hacia el Oeste. Pero apareció otro colectivo, el Grupo San Luis, que presentó una alegación en el Consistorio para anular ese cambio de lugar de la iglesia. El templo nunca se llegó a construir y, ahora, el local que ocupa en unos bajos se quedará sin uso por la desaparición de la parroquia.



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